Si yo soy tímido,...¿entonces ellos?
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timidez
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Y ahí estaba mi padre, otro gran referente para mi, por lo gran persona que es el tío. Siempre amable, siempre generoso, siempre divertido. Lo que yo no llegaba a comprender es porque se auto proclamaba como una de las personas más tímidas del mundo...¿cómo? Pero si hablaba con todo el mundo. Y cuando digo todo, ¡es todo! Y no se le notaba un ápice de vergüenza, lo hacía como si lo disfrutara. Pero luego le preguntabas y te decía que era muy muy tímido. Y yo pensaba para mis adentros: "si mi padre es tímido...¿entonces yo?"
Así que a mi me tocó lidiar con esa extraña fuerza del cosmos que le hace a uno comportarse de forma extraña ante la gente, callarse frases-por meritorias que fueran-, transpirar en exceso...lo que se dice ser un auténtico capullo. O al menos así me llegaba a sentir yo mismo cuando después, en la soledad de mi habitación, ponía la película en la moviola y analizaba todas esas situaciones, y me arrepentía de no ser un poco más lanzado.
Ese análisis era duro, no lo voy a negar, pero al menos me permitió luchar contra ello. Y es que así como en la guerra es básico conocer bien a tu enemigo, prevenir su ataque, detectar su presencia, yo al menos había conseguido eso, ser capaz de identificar claramente mi tara, ser capaz de no justificarla ni hacerla parecer menor de lo que era. Cuando ves una foto tuya tienes dos opciones: pensar que no puede ser, que en realidad no eres así, o decir que "bueno, es que no soy muy fotogénico"; o puedes asumirlo y mirarte a ti mismo y pensar "esto es lo que hay, te guste o no". Verdad verdadera.
Hacerme conocedor de la realidad a la que me enfrentaba me permitió al menos paliar un poco los daños colaterales que causaba una tara como esa. Y bueno, no sin dificultades, conseguí convertirme en una persona que, en determinados círculos, es capaz de desinhibirse bastante, a veces hasta demasiado. Estoy muy lejos de haberlo superado, aún hay infinidad de situaciones en las que preferiría que la tierra me tragase o en las que de nuevo me descubro a mi mismo convertido en un inepto social. Pero oye, pudo ser mucho peor. Ya te digo.
Toda esta reflexión me ha venido a la cabeza hoy porque hay en mi trabajo algunas personas que son aún más tímidas e inseguras de lo que yo llegué incluso a serlo de adolescente. Y me he dado cuenta de que con ellos no consigo actuar con normalidad, me cuesta mucho tirar de ellos, ponerles las conversaciones en bandeja y actuar con naturalidad. Y me da rabia porque en su día también me hubiera gustado que me echaran un cable a mi con esto. Son como autómatas temerosos que interactuan lo justito para "cumplir" con su función social y ya. Y me da pena. Me da pena haber sido así (y seguir siéndolo) y que haya otros sufriendo lo mismo, porque lo sufren, seguro.
Ojo. Tampoco es que defienda una falta de timidez total. De hecho no me gustan esas personas que todo lo hacen (sobre)actuando, y en las que todo resulta tan excesivo como el número de entregas de Harry Potter, tan cargante como un borracho de taberna, tan fingido como un orgasmo en una peli porno.
Bueno, pero de esos ya hablaré otro día.
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Ya tenía yo ganas de sentarme a leerte tranquilamente; vi que habías escrito ayer, y esperaba el momento para disfrutar ese pedacito de ti que compartes escribiendo.
ResponderEliminarEn tu escrito, si me permites decirlo, y si no, puedes mandarme al "cuen-no" veo, por un lado, que eres tremendamente duro contigo mismo y por otro, una excelente persona.
Pienso que ser tímido no es niguna tara. Es una forma de ser como otra cualquiera. Tendemos a pensar que la "hierba del vecino es más verde" pero no considero que ser extrovertido sea mejor que ser reservado. Es simplemente otra manera de ser. Como el rojo y el verde, ¿por qué un color tiene que ser mejor que otro?
Personalmente te diré que me considero reservada y me importa un pito si a alguien le parece que podría ser más expansiva. Aunque, como tú, pasé mis momentos de crisis, lo normal en las personas que se exigen mucho ;-) Pero, siendo sincera, a mi me cargan bastante los grandes extrovertidos. Una cosa es ser simpático, pero ser tímido no significa no serlo. Prefiero gente más tranquila con la que conecto mejor.
También entiendo como te sientes respecto a tus compis tímidos, pero según yo lo veo, no eres responsable de ellos. Todos tenemos que seguir nuestro propio camino y aunque parezca lo contrario, creo se ayuda más a la gente dejando que se responsabilicen de sí mismos que poniéndoles las cosas en bandeja.
¡Hala! Ya me explayé otra vez. Si es que no callo, no callo...
Un abrazo,
:-)
Ay Amaranta que ya estabas tardando en contestar :)
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. Pero solo en parte. Pero tranquila, que no voy a mandarte al "cuen-no" jeje.
A ver, a priori no es mejor ni peor ser de una manera o de otra. Visto desde fuera. Pero yo no iba tanto por cómo te vea la gente y lo que piensen de alguien que es tímido. Eso en un momento dado te puede dar igual. Yo iba más por las consecuencias que tiene para uno mismo el serlo: un tímido en general se lo pasa peor que un extrovertido, se come más el coco con todo, analiza demasiado y exterioriza poco, se pierde muchas más cosas divertidas, liga menos de joven en las discos (si es que va), se le acerca menos gente,...vamos que socialmente se acaba convirtiendo en una tara importante.
Por otro lado, es que no es lo mismo tímido que reservado. Yo a día de hoy soy más reservado que tímido, esto es, escondo lo que quiero esconder. De jovencito era 100% tímido, reservado a la fuerza por decirlo de algún modo.
Eso sí, coincido contigo, me cargan los "muy extrovertidos" :)
Besos y Feliz 2013!
Touché. Que tienes razón, vamos. Es cierto, me pasa como a ti, hoy soy reservada porque en el pasado fui muy tímida, y es verdad que socialmente se pasa mal y te pierdes cosas.
EliminarYa he activado "ver el elemento más reciente" en mi blog, así te veré antes cuando publiques... es que con el cambio de plantilla no lo tenía, y claro... pero ya sabes que soy una incondicional ;-)
Por cierto, te ha quedado chulo, el re-styling.
Besotes y Feliz Año.
Ningún autodeclarado tímido lo es!
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