El corazón acorazado

3
COM

Algo que le pasó a alguien...


Anduvo mucho tiempo su corazón bien protegido tras su coraza, inpenetrable. Allí tras su blindaje estaba a salvo, la coraza era fuerte, pétrea, y lo protegía en todo momento. Era una coraza especial, pues aún siendo extremadamente dura, tenía cierta permeabilidad, la justa para que el corazón pudiera "respirar". Aprendió a valerse de esta manera, aunque algo le decía que no podía continuar así indefinidamente, que la coraza debía ser algo temporal, como lo es la escayola que protege el hueso fracturado, pues de otra forma terminaría por anquilosarse. Tenía que ir aprendiendo a prescindir de ella, como el niño al que el padre quita las ruedas pequeñas de la bicicleta para que aprenda a montar sin ayuda, para que enfrente el riesgo de caerse y golpearse, cosa que por demás hará en más de una ocasión antes de aprender a mantener el equilibrio...El padre sufre viendo a su hijo caer pero sabe que el aprendizaje a veces lo requiere y que reconocer el éxito muchas veces pasa por haber conocido primero el fracaso.

Concienciado de que esa transición era requerida e imperiosa, con el tiempo consiguió que la coraza fuera un poco más fina, por momentos hasta desaparecía por completo, o eso al menos pensaba él al sentir esa sensación de libertad, de ingravidez, se sentía liviano, liberado y era porque su corazón latía sin la presión de las paredes que antes lo protegían. Pero fue demasiado el riesgo de exponerlo así, era muy vulnerable, se movía torpemente por el mundo de las emociones de forma parecida a como lo hacía el principito en el mundo de los adultos, donde las personas tienen otra forma de pensar, y donde cada pequeña cosa sugiere una nueva pregunta. Abrumado por todo lo que ahora sentía, no entendía mucho de lo que le pasaba, se limitaba a dejarse llevar y sentir, sentir...

Pero claro, si bien tanto tiempo de sobreprotección lo mantuvieron indemne y a salvo, por otro lado también le impidieron crecer, no pudo hacerse fuerte, y no estaba preparado para aguantar los golpes. Era un corazón débil, desprevenido, ignorante y expugnable. Y así es como afrontaba su inesperada liberación, ni tan siquiera temeroso de los riesgos que ello entrañaba.


El pobre latía loco y sin precauciones y llegó el primer golpe, el primero que recibía ya sin su coraza. Un golpe fuerte, sorpresivo. Ahora la herida está abierta y sangra en abundancia, es imperioso tratar de contener la hemorragia y coserla fuerte.
Debe cicatrizar esa herida, y hacerse un corazón fuerte, aunque lo más probable es que su instinto de supervivencia le lleve a intentar acorazarse de nuevo lo antes posible, volver a sentirse seguro y protegido. Esa cicatriz le recordará por siempre el riesgo que entraña quitarse la coraza. Sin embargo, nunca antes había experimentado esas otras sensaciones de libertad, esa marea de emociones de las que se impregnó cuando se quitó la protección y empezó a sentir. Volver a su coraza podría significar el renunciar a sentir de esa manera para siempre...

En estos días, esa persona se debate entre el miedo racional al dolor y el deseo visceral de sentir.

Y se dice a si mismo una y otra vez: "ha sido divertido...¿me equivocaría otra vez?" (*)

Porque antes su corazón estaba acorazado, ahora él anda descorazonado por la vida...



(*) Cada vez que se dice a si mismo esa frase tiene que pagar derechos de autor a Fito Cabrales :)

HaveSomething2Say publicado en ciberpaís

2
COM
En verano hice una pequeña web, con el nombre www.havesomething2say.com. Algunos ya lo sabreis porque tuve una época en la que me puse muy pesado con el tema, pero claro, la promoción y el marketing es lo que tiene, consiste básicamente en ser "pesao".

El caso es que después del "boom" inicial (por decir algo, no más de 2 visitas diarias, y la mitad eran mias) hasta yo mismo me cansé un poco. Es más, hace ya semanas que no entro en "google analytics" para ver los informes de visitas y esas cosas que debe hacer todo webmaster que se precie -o que no se tenga en ningún aprecio, vamos, cualquiera que tenga una web :)-...

Por otro lado, suelo leer con frecuencia la sección "ciberpaís" que publica el diario El País los jueves. Y dentro de este sumplemento hay a su vez una sección pequeñita (navegantes) donde los lectores publican sus webs, sus blogs, sitios de interés, etc. Y bueno, no perdía nada por intentarlo, así que les envié un email hablándoles de mi web, por si podía tener un hueco en su sección y...voilá!! una semana después (hoy) me compré el periódico para ir ojeándolo en el atasco camino del trabajo y cual será mi sorpresa cuando, parado en un semáforo (no suelo leerlo en marcha, sólo algunas veces), veo un mini-titular que dice "Algo que decir", y pienso para mis adentros "anda, qué parecido al título en inglés de mi web", sigo leyendo por encima y veo que al final de ese párrafo aparece mi nombre y la URL de mi web. Eso ya era demasiado parecido. Efectivamente! me habían publicado la página. En ese momento ha hecho mucha ilusión, y una sonrisa se ha dibujado en mi cara (que la necesitaba por otro lado porque anoche no me acosté precisamente con una sonrisa).

Soy consciente de que no es nada del otro mundo, que esto no va a suponer más que una veintena más de visitas a la página, a lo sumo, pero no se, el hecho de que alguien en la redacción del periódico haya podido ver interés en la página como para publicarla me ha reconfortado, de alguna manera ha compensado el esfuerzo que hice en su día al desarrollarla...y ¿quién sabe? lo mismo es un empujoncito para que de nuevo entre gente a visitarla y, sobre todo, para que participe que al fin y al cabo es de lo que se trataba.