R.I.P. King Of Pop

2
COM
Pese a los ríos de tinta que se han vertido sobre la figura de Michael Jackson, alimentando la controversia sobre su moralidad y sus principios, y pese a que hace ya años que dejó de representar para mí el icono musical que fue en su momento, no puedo dejar de reconocer que durante una época de mi vida fue para mí un referente, por qué no decirlo, un ídolo. Hubo de hecho en mi vida dos "Michaels" objeto de mi devoción: el insigne "23" de los Bulls y Jacko, el inefable "Rey del Pop". Quizá el cénit de ese particular fenómeno fan que experimenté llegó cuando ambos se juntaron para grabar un video musical juntos: genial ver cómo uno intentaba enseñar a bailar a otro y cómo éste trataba de enseñar habilidades básicas del baloncesto al primero. Las carencias de los dos fuera de su terreno quedaron manifiestas.
Muchos de los posters y fotos que adornaban (afeaban según el resto de mi familia) las paredes de mi habitación, torpemente colgados con chinchetas de colores y llenos de marcas y agujeros -efecto combinado del gotelé de las paredes y los golpes de la pelota con la que jugaba al baloncesto en mi habitación-.

Volviendo al recién fallecido Michael Jackson, mi impresión es que la fama y el talento acabaron por venirle grandes. Son dones, uno genético, el otro socialmente impuesto, muy poderosos que no creo que sea fácil encauzar, dominar y dosificar con mesura. Él no fue capaz.



R.I.P. King Of Pop