Alegría

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Huímos de la felicidad porque la felicidad es fácil, está mal vista. Cuando alguien es feliz el resto mira con envidia, cuando alguien es feliz es repudiado por el resto. Cuando alguien es feliz nadie se preocupa, porque no necesita nada; en la infelicidad nos acomodamos mejor porque sabemos que los demás estarán ahí, porque si eres infeliz puedes demandar cosas, compañía, consuelo, compasión...No queremos gente feliz.

Habría que ir cambiando todo esto, desarrollamos complejos mecanismos cerebrales y corporales de autodestrucción, ¿para qué? Los niños son felices, los animales son felices (o no saben que no lo son), pero el humano adulto no lo es, no quiere serlo, ya buscará las maneras para no serlo.

No voy a decir más que NO (mmm, mal empezamos).

Algunas frases que me gustan

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  • "Los hombres y las mujeres, que pierden la salud para juntar dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud; y que por pensar ansiosamente en el futuro olvidan el presente, de tal forma, que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fuesen a morir, y mueren como si nunca hubiesen vivido ". Ghandi
  • "Cuando quieres realmente una cosa todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla" Paulo Coelho
  • "Todos somos ignorantes, lo que pasa es que no todos ignoramos las mismas cosas." Albert Einstein
  • "Algunos labios urgentes pierden la prisa después de dos besos." Joaquín Sabina
  • "El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia." Woody Allen
  • "La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia." Sócrates
  • "El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional." Sidhartha Gautama Buda
  • "Hay dos maneras de conseguir la felicidad, una hacerse el idiota, otra serlo." Enrique Jardiel Poncela
  • "Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe, he aquí el verdadero saber." Confucio
  • "Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho." Oscar Wilde
  • "No hay viento favorable para el que no sabe dónde va." Lucio Anneo Séneca
  • "Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que debo estar equivocado." Oscar Wilde
  • "Como no sabían que era imposible, lo hicieron."
  • "El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir." Albert Einstein
  • "Amor es el intercambio de dos fantasías y el contacto de dos egoísmos." Paul Aúguez
  • "Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos." Oscar Wilde
  • "Why is it that nobody understand me, yet everybody likes me?" Albert Einstein, 1944
  • "When everyone is a hero no one is a hero."
  • "There are three sides to every story. Yours, mine and the truth." (Anónimo)
  • "No importa si eres león o gacela, pero cada mañana... ¡corre!" (Anónimo)

Gran canción

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Sin duda esta mujer sabe transmitir con su voz y con su música. Se llama Loreena McKennitt. La he descubierto hace poco gracias a unos amigos. Esta es una de sus canciones más impresionantes, de esas que además asocias con buenos recuerdos, aunque en este caso el recuerdo para mi es agridulce. Ahí os la dejo para que la disfruteis:



Tiene algo místico, algo espiritual, ¿verdad? te traslada a lugares de ensueño, yo ya tengo el mío propio para cada vez que oigo la canción. Pensad el vuestro.

No dejes de visitar su web y, si tienes ocasión, hazte con el concierto que dio en septiembre de 2006 en el incomparable marco de La Alhambra de Granada.

¿Somos soma?

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Soma. Es esta una interesante palabra. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua:

soma2.

(Del gr. σῶμα, cuerpo).

1. m. Biol. Totalidad de la materia corporal de un organismo vivo, excepto los gametos.



Fuera del rigor académico, sin embargo, acoge todo un amplio helenco de acepciones. Así, se identifica con Chandra, el dios de la Luna según la mitología hindú y en cuyo honor los brahamanes tomaban jugo de soma, que a su vez es como se conoce a una planta psicotrópica de la India, probablemente la que inspiró a Aldous Huxley para dar forma literaria a aquél famoso estupefaciente que tomaban los habitantes de "Un mundo feliz" y que era su principal recurso para olvidar cualquier anhelo de ser imperfectos y reales.

También lo he encontrado definido como "adjetivo ambiguo utilizado para describir lo indescriptible". Me encanta esta.

Pero cuando pensé en escribir esta entrada del blog realmente lo hice inspirado por la parte griega de la etimología del término, que habla del soma como la "totalidad de la materia corporal de los organismos vivos, excepto los gametos". Pobres gametos, que ni siquiera son soma. Pero, a lo que iba, ¿y nosotros? nosotros que sí somos soma, ¿somos algo más? ¿o por contra somos sólo soma? disculpad que redunde en el juego de palabras, pero es que me hace mucha gracia.

Seguramente ese tipo de preguntas nos acabarían llevando al eterno trillado pero nunca cerrado debate oriente-occidente. De siempre la filosofía oriental ha sabido entender mucho mejor la existencia del ser a todos los niveles: el cuerpo, la mente, el espíritu, el alma, la energía...el universo. "Ellos" sí han sabido juntar todos esos niveles. Aquí, y cuando digo aquí me refiero al mundo occidental, nos gustan mucho tres cosas que dificultan ese grado de aprehensión y comunión completa del ser:

  1. Nos gustan las barreras, nos gusta delimitarlo todo con fronteras. Fronteras para todo, hasta el punto de que nos las ponemos a nosotros mismos. Por eso tendemos a separar cada uno de esos niveles, a verlos como cosas distintas, más o menos inconexas o cuando menos separadas.
  2. Además de las barreras, otra cosa que nos gusta (me sigo incluyendo a mi el primero) es creernos SÓLO aquello que vemos, que palpamos, que entendemos, o que, si no lo entendemos, al menos podemos dar la referencia de 10 científicos que sí lo entienden y lo pueden demostrar sobre el papel. Por eso somos reticentes a dar crédito a conceptos como el alma, el espíritu, la esencia misma del ser, el ser trascendente o la conciencia universal.
  3. Y, por último, nos gusta -y mucho- socializarlo todo, empezando por nosotros mismos. Y cuando socializamos lo que hacemos en realidad es escondernos, disfrazarnos, ocultar todo aquello que aún formando parte de nuestra esencia misma, no debe o no puede o no corresponde que sea visto en nuestro entorno social. Perdemos a nuestro niño interior. Los niños nacen puros, con la cualidad fantástica de no esconder nada, de decir y hacer lo que quieren, no están socializados. Analizad si no el propio significado de la palabra persona:

persona.

(Del lat. persōna, máscara de actor, personaje teatral, este del etrusco phersu, y este del gr. πρόσωπον).



"Persona" es una palabra de raíz griega, y significa "máscara". En los bailes de la antigua Grecia se utilizaban máscaras para esconder los rostros, de forma que se confundía el origen del sonido de las voces, de ahí el nombre ("sona" es sonido). Y en la actualidad hemos acogido este término para definirnos en sociedad. ¿Qué somos antes que cualquier otra cosa? personas. Es decir, que estamos dando por hecho, asumiendo implícitamente, que llevamos máscaras.

No digo que no sea bueno, o más bien necesario, ser persona, esto es, desarrollar una personalidad que nos permita interactuar en sociedad. Tiene que ser así, no podemos ir "desnudos" siempre. La contrapartida es que se nos suele olvidar desnudarnos para nosotros mismos, olvidamos que debajo de esa máscara (o persona) sigue estando nuestro verdadero rostro, nuestra verdadera esencia, que es y existe desde mucho antes de nacer haber nacido y que en muchos casos obviamos, confundimos, o simplemente olvidamos.

Es por ello que tantos psicólogos viven actualmente de intentar arreglar los conflictos internos que nos provocan todas esas fronteras, ese escepticismo espiritual y esa "corrupción social".
Así, cuando separamos el cuerpo de la mente como dos entidades diferenciadas estamos creando un conflicto entre ambos. Hablamos de nuestro cuerpo (nuestro soma) como algo aparte, pero entonces...¿"yo" qué soy? ¿"yo" soy mi cuerpo? ¿"yo" soy mi mente? ¿"alguien" ha conferido a mi mente una existencia material (mi cuerpo)? ¿pero por qué le han puesto fecha de caducidad? ¿quién es ese "alguien"?...mmmm, es ineludible, esta forma de verlo tiene que acabar causando problemas.

Lo voy a dejar aquí y que cada uno haga sus propias reflexiones sobre el tema, que da para reflexionar muuuuuuucho. Referencias interesantes se pueden encontrar en la obra de Ken Wilber, u Osho, entre otros muchos, aunque estos son dos de mis favoritos.

¿Tú qué ves? ¿un sombrero o una serpiente boa?

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Aún a riesgo de pecar de poco creativo, me vais a permitir que mi primera entrada de mi primer blog sea una reproducción textual del primer capítulo de "El Principito" de Antoine de Saint Exupéri, para mí una obra maestra y que debería ser una constante fuente de inspiración para nosotros, los "adultos".


Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se titulaba "Historias vividas", una magnífica lámina. Representaba una serpiente boa que se tragaba a una fiera. Esta es la copia del dibujo.

En el libro decía: "Las serpientes boas se tragan su presas enteras, sin masticarlas. Luego no pueden moverse y duermen durante los seis meses que dura su digestión".

Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla y a mi vez logré trazar con un lápiz de colores mi primer dibujo.
Mi dibujo número 1. Era asi:

Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi dibujo les asustaba.

-¿Por qué habría de asustar un sombrero? - me respondieron.

Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas grandes pudieran comprender. Siempre necesitan explicaciones.
Mi dibujo número 2 era así:

Las personas grandes me aconsejaron que dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas, y que me interesara un poco más en la geografía, la historia, el cálculo y la gramática. Asi fue cómo, a la edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor. Había quedado desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y número 2.

Las personas grandes nunca comprenden nada por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones.

Tuve, pues, que elegir otro oficio y aprendí a pilotear aviones. He volado un poco por todo el mundo y la geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche.

A lo largo de mi vida he tenido multitud de contactos con multitud de gente seria. Viví mucho con personas grandes. Las he conocido muy de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas.

Cuando me he encontrado con alguien que me parecía un poco lúcido, lo he sometido a la experiencia de mi dibujo número 1 que he conservado siempre. Quería saber si verdaderamente era un ser comprensivo. Pero siempre me respondian:: "Es un sombrero". Entonces no le hablaba ni de serpientes boas, ni de la selva virgen y ni de estrellas. Poniéndome a su altura, les hablaba del bridge, del golf, de política y de corbatas. Y la persona grande se quedaba muy contento de conocer a un hombre tan razonable.